jueves, 28 de enero de 2010

ASPRIEL Inicios de un sueño (Génesis)

Este es el comienzo de lo que será siete años después la asociación.

Corría el año 2003, dos hermanos unidos por el deseo de poner al servicio del pueblo cristiano sus carreras profesionales. Uno, el hermano Amilcar Menjivar, quien para ese tiempo ya era abogado de la república y dos, el hermano Nelson Arriola, estudiante de derecho, tuvieron la visión, o talvez el deseo de soñar, realizan la primera de muchas jornadas de matrimonios colectivos.

Para ese entonces se realiza la unión matrimonial con dos parejas, dentro de una de ellas había una persona proveniente de Guatemala, quienes sus familiares no dudaron en venir a El Salvador. Todo esto nació en una célula de hogar de iglesia Elim, cerca del auditórium central en Santa Lucía, Soyapango.

Ese mismo año se realiza la segunda jornada de matrimonios, en esta ocasión se casan siete parejas, a nivel de sector, en las instalaciones del rancho de la iglesia en apulo. Es de recalcar que para la celebración de las bodas los gastos corrían por cuenta de los hermanos abogados. La ceremonia se celebra dentro de una vigilia al filo de la media noche, lo que hizo más especial el evento.

Un año después de las primeras jornadas de matrimonios, en 2004 se realiza la tercera jornada, para esta oportunidad se hace en la zona 2 del pastor Fernando Alfaro, del distrito 6. Para esta ocasión contraen matrimonio 12 parejas.

Ya en el año 2005 se gira invitación a más abogados a colaborar en el proyecto de bodas colectivas, a lo cual participaron hasta profesionales del derecho que no pertenecían a la misión. Es de resaltar que este será el último año, donde se trabaja de manera aislada, ya que, al año siguiente, se forma el grupo de abogados (Abogados en Acción). Este es un breve recuento de los primeros años de gestación de lo que ahora es la Asociación de Profesionales Cristianos de Iglesia Elim.

martes, 26 de enero de 2010

"En nombre del Estado salvadoreño, pido perdón"

MARIO VEGA

LUNES, 25 DE ENERO DE 2010

El Presidente de la República solicitó perdón a nombre del Estado salvadoreño a las familias de las víctimas de graves violaciones a los derechos humanos cometidos durante el pasado conflicto. Tal solicitud manifestó que el reconocimiento de la maldad intrínseca de los hechos señalados son ya parte de la conciencia colectiva y su mención no descubre una verdad nueva sino sólo resuelve una contradicción ética que se enconó por dieciocho años. Sólo cuando se nombra la verdad se está en condiciones de cambiar el significado que tiene.
El aceptar, pero más, pedir perdón por las acciones y omisiones del Estado, lejos de abrir viejas o nuevas heridas comienza un proceso de sanación. Ninguna caja de Pandora se abrió. Se abrió la posibilidad de la reconciliación genuina. La solicitud de perdón implica un reconocimiento de la dignidad de las víctimas. Se les reconoce como seres humanos, personas, pares, cuya integridad debió ser reconocida y respetada.
Cuando se logra que el victimario realice un acto de contricción y reconozca la dignidad de la víctima y vea cómo un grave error los razonamientos que le condujeron a actuar en contra de su prójimo, se establecen las bases para la justicia y el perdón. La solicitud de perdón abre así la puerta a las reparaciones.
El otorgar perdón a quienes la verdad ha señalado como culpables tiene un alto precio, cuesta mucho.
El perdón exige la capacidad de cargar sobre sí el mal y devolverlo en bien. Piedad para los que odiaron, amor al enemigo. Esto es extremadamente costoso y delicado cuando todas las fuerzas se han dirigido hacia la exigencia de castigo por la sangre derramada de las víctimas. Se hace necesario relacionar los muertos con la piedad y ser capaces de otorgar perdón a los que son la causa de sus muertes.
Por eso, los que son llamados a perdonar sufren más y lloran más que los que necesitan perdón. Además del dolor de su pérdida se suma la necesidad de otorgar la oportunidad de una vida nueva a los victimarios. Por eso, este proceso exige más tiempo, el tiempo del sufrimiento y, sobre todo, de los muertos, con la certeza de que ellos todavía quieren tener piedad y dar oportunidad de vida a los que se hicieron inhumanos por su violencia. En sus reflexiones los familiares de las víctimas reconocen que sus muertos estarían dispuestos a perdonar y eso les mueve a aceptar el sufrimiento que el victimario merece y a ofrecer la paz a quien no la merece.
En las relaciones sencillas es posible distinguir con claridad a la víctima y al verdugo. Pero en relaciones complejas como las nuestras, la identificación de responsabilidades no es tan fácil. Víctima y verdugo se confunden. Y no solamente es complejo definir el vínculo entre víctima y victimario sino también la secuencia histórica de la responsabilidad.
Es difícil determinar quién tiró la primera piedra. Una vez se desata el torbellino de la violencia los hechos adquieren una dinámica infernal donde los excesos se vuelven mayores e indiscriminados. Llega el momento cuando todos necesitan ser reconocidos, todos necesitan conversión.
Si la meta de la reconciliación es devolver la vida y la esperanza a los pueblos, el perdón sinceramente buscado y generosamente dado es la puerta transformadora que da acceso a ella. El perdón es un proceso de pérdida que hace ganar. Es una nueva dimensión que forma parte esencial del mundo nuevo que la fe cristiana anuncia y que la esperanza aguarda. Enhorabuena señor Presidente.
*Pastor general de la misión cristiana Elim.

lunes, 25 de enero de 2010

Aspriel en el mundo de los avances tecnológicos

Cada día existen en el internet nuevas herramientas y plataformas que permiten tener una cadena de información a nivel global, ante tal fenómeno se hace necesario la actualización de estratégias de comunicación. Los profesionales de Iglesia Elim estamos concientes de esa realidad, es por ello que iniciamos en el mundo del blog.

Esperamos que este espacio sea de bendición a cada uno de los hermanos y amigos que lo lean.

Asociación de Profesionales de Iglesia Elim.
Lunes 25 de enero 2010

Actividades Aspriel 2009